A más de un año de la muerte de Norma Pons, su hermana Mimí habló con la revista Pronto. Contó cómo vive la ausencia de la persona que más la quiso en su vida y cómo fue su paso por el Bailando 2014, certamen al que llegó para ocupar el lugar de Norma."La muerte de una hermana nunca se termina de procesar. Lo voy a sentir hasta el día que me muera. Se fue la persona que más me quiso en la vida. ¿Qué extraño de ella? Todo: las peleas, el día a día, nuestras charlas de teatro", dijo en la entrevista.
"Mi paso por el Bailando fue una cosa muy rara", aseguró Pons: "Acepté ir porque pensé que le iban a hacer un homenaje a mi hermana, que fue para lo que me llamaron. Pero estando ahí adentro me di cuenta de que lo único importante era ocupar el lugar que había quedado vacío. A mi hermana el homenaje solamente se lo hice yo: a nadie le importó lo que le pasó. El resto sólo va al negocio. Me parece que no hay que ser tan frío. Hay que tener un poquito de corazón"
"No yo sé de dónde saqué fuera para ir a pocos días de su muerte. Todavía no lo entiendo, no sé para qué fui. Realmente me sentí usada", contestó y reveló que abandonar el Bailando fue un alivio: "Me puse contenta cuando quedé eliminada. Me sentí usada y no veía la hora de irme. Me sentí muy mal".
Actualmente, Mimí Pons es parte del elenco de Extinguidas, la obra de José María Muscari. ¿Cómo fue el regreso al trabajo? "No me costó volver porque estoy en mi lugar en el mundo. Nunca hice televisión, lo único que sé hacer es teatro. Hacía más de 25 años que no trabajaba y lo poquito que hice en este último tiempo fue para reemplazarla a Norma en trabajos puntuales".
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