Por Sebastián Turtora Desde que Silvia D´auro denunció en la Revista Noticias que Jorge Rial, con quién estuvo 22 años en matrimonio, recibía dinero de diversos funcionarios a cambio de protección mediática o difusión de sus actividades, algo cambió en su vida. Padeció un sospechoso revés judicial al ser procesada por extorsión sin pruebas sólidas, además de una fuerte réplica por parte del periodista. Nadie se preguntó cómo la justicia invirtió la situación y terminó interpretando una extorsión en el reportaje que le hizo Noticias.
Denunciar la corrupción en Argentina es un viaje sin retorno, aquellos que enfrentan al poder están condenados a la desacreditación pública, a las amenazas, a la muerte o al olvido.
La otra versión sobre el juicio por extorsión iniciado por el conductor de Intrusos en contra de su ex mujer. Sus vínculos con la política, la furia post - divorcio y la capacidad de salir ileso de todos los escándalos.
Es sabido: el Intruso número 1 del país logró una implacable red de contactos que lo nutre de información personal de celebridades de todos los ámbitos. El que tiene la información, tiene el poder. También es sabido: algunos se animaron a contar los vínculos de Rial con el ex Ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo, utilizando la red social Twitter para difundir sus logros, por ejemplo, la promoción del nuevo DNI. Su relación también sería cercana con Sergio Massa y José M. De la Sota. A principios de 2015, tuiteó como primicia una foto en un bar de Palermo en dónde ambos políticos sellaron la alianza UNA. Y sí, tuvo la suerte de la primicia, estar en el lugar indicado. Garantizó la proyección de la noticia, con los millones de seguidores que tiene en su red social. Esto sería a cambio de pautas para sus programas. Recibir llamados y órdenes de difundir ciertas actividades o eventos de funcionarios. O publicar alguna encuesta para instalar a determinado candidato. Vale recordar el confuso hecho en que JR se vio implicado en una feroz pelea callejera por defender a sus hijas y a su novia por ese entonces, la “niña” Loly, y recibió la visita VIP en su domicilio del ex Secretario de Seguridad, Sergio Berni. Además, fue uno de los pocos periodistas que logró un mano a mano con Cristina Kirchner.
Teniendo esto presente, puede existir una fuerte cobertura a la hora de batallar contra el conductor de América. Cuándo D´auro habló de las “motitos”, los PNT y las pautas, empezó la furia incontenible. Le inició una querella y la justicia le dio la razón. “La jueza la procesó a Silvia D´auro sin ni siquiera escuchar la grabación de la nota”, sostuvo una fuente de vital importancia a Periodismoypunto. “Decir que se va a ir a la justicia no es chantaje, no quisieron ir más a fondo con el tema”, aseguró. Y así fue, tuvo que cumplir con una “probation”, es decir, tareas comunitarias, pero eso no significó reconocer la culpabilidad penal. ¿Cuál fue concretamente el delito? El periodista que, según constan los registros, fue uno de los más beneficiados por la pauta publicitaria en los últimos años.
Lo que sucedió es que la defensa legal de Rial a cargo de Rafael Cúneo Libarona esperó con el cuchillo entre los dientes para una oportunidad certera y la encontró tras la publicación de Noticias. Las esquirlas del conflictivo divorcio llegaban lejos. El hombre fuerte de América buscaba “vendetta”.
Más allá que el INADI para “pocos” recientemente dictaminó la conducta discriminatoria por parte de D´auro hacia sus hijas, otro frente abierto tras la separación, el hecho quedaría en la anécdota teniendo en cuenta el fondo de esta compleja y ¿verdadera? “cadena de la felicidad” del siglo XXI. INADI, claro, dejó pasar varios tweets xenófobos del militante Luis D´elia y cada tanto tiene un rapto de lucidez en casos específicos.
El autor de “Yo, el peor de todos”, que no tuvo pudor en descalificar al reality show Gran Hermano y luego transformarse en su ícono, supo moverse en los ambientes más hostiles. Desde la noche menemista de los ´90 con “La mejor cocaína del mundo”, pasando por sus escándalos con la ex GH Marianela Mirra, la "niña" Loly y por sobre todo, salir estoico de la carnicería que significaron los años del kirchnerismo, con operaciones y carpetazos. Sobrevivió a todo y a todos y, sin lugar a dudas, sobrevivirá a esta nota.
Fuente:laventandaindiscretadejulia
