Pasan los días y la pelea matrimonial entre Gustavo Conti y Ximena Capristo se parece cada vez más a una comedia de enredos.
Ella dijo que no se lo fuma más y que él está insoportable. Él dice que en la cama de dos plazas no puede dormir bien; que el departamento de Mar del Plata es demasiado chico... Y los cruces siguen. Mientras tanto, él se fue de la casa para darse un poco de aire.
Ahora, Conti hizo un descargo en Infama que pareció un monologo de stand up, respondiendo la frase de su mujer.
"Sí. A veces me caracterizo por ser infumable. Hace 15 años que soy así y ella lo sabe. Me pintó el mal humor", comenzó diciendo. Y se metió de lleno en el "calvario" que vive cada día.
"De repente llego del teatro a las 4 de la mañana, quiero acotarme a dormir, y tengo los vecinos hasta las 5.30 que parece que tengo un zapateo ruso arriba. Les digo, les pido que me dejen dormir un poquito. No hacen caso. A las 4, 5 terminan los pibes, a las 6 arrancan los de la municipalidad con el bombo. Punchi punchi punchi. ¡Hace un mes y medio que no duermo!", exclamó. Pero luego llegó la parte.
"Encima mi mujer me dice 'ponete las pilas, fijate la remera tirada, el baño mojado, los pelos en la pileta'. La cama no es chica, ¡es una cuna para mí! Duermo más cómodo ahora", se descargó.
"Ella se las sabe todas, todo lo malo lo hace uno. A veces le digo, '¿por qué no vas a los Guinnes, a decir que te sale todo bien?'. ¡Sos la que nunca se equivoca!", concluyó. Y sí, infumable, ¡es poco!
Ahora, Conti hizo un descargo en Infama que pareció un monologo de stand up, respondiendo la frase de su mujer.
"Sí. A veces me caracterizo por ser infumable. Hace 15 años que soy así y ella lo sabe. Me pintó el mal humor", comenzó diciendo. Y se metió de lleno en el "calvario" que vive cada día.
"De repente llego del teatro a las 4 de la mañana, quiero acotarme a dormir, y tengo los vecinos hasta las 5.30 que parece que tengo un zapateo ruso arriba. Les digo, les pido que me dejen dormir un poquito. No hacen caso. A las 4, 5 terminan los pibes, a las 6 arrancan los de la municipalidad con el bombo. Punchi punchi punchi. ¡Hace un mes y medio que no duermo!", exclamó. Pero luego llegó la parte.
"Encima mi mujer me dice 'ponete las pilas, fijate la remera tirada, el baño mojado, los pelos en la pileta'. La cama no es chica, ¡es una cuna para mí! Duermo más cómodo ahora", se descargó.
"Ella se las sabe todas, todo lo malo lo hace uno. A veces le digo, '¿por qué no vas a los Guinnes, a decir que te sale todo bien?'. ¡Sos la que nunca se equivoca!", concluyó. Y sí, infumable, ¡es poco! 
