Wanda Nara abrió las puertas del penthouse Icardi de San Ciro y nos recibió en exclusivo para responder a todo: una multa “injusta, denigrante e inaudita” por 50.000 mil dólares de parte de Maxi López (31), por una recopilación de infracciones al “bozal legal”. de los links con declaraciones de cierta nana furiosa y de su posible regreso al Bailando.
“Siempre creí que el bozal que acepté se refería a revelar intimidades del matrimonio, y no a la prohibición de publicar fotografías de mis propios hijos. ¿Pero sabés qué es lo más lastimoso? Que quien falló a su favor es el mismo juez (Carlos Ruiz, de El Tribunal de Familia Nº 5 de San Isidro) que trata los dieciséis meses de demora en el pago de cuota alimentaria” (N.d.R.: hoy superaría los 200 mil euros).
“La multa no me preocupa, y mucho menos si es en pesos. Me duele el disparate. No creo que mi ex necesite la plata de la madre que mantiene a sus hijos, ni que se haya sentido tan afectado sentimentalmente por haber visto las fotos...”
“Mi ex dice que no tiene plata… ¿Podés creer? Y lo dice mientras trae desde Turín a los chicos en su Ferrari, que cambia todos los años. Cuando escuché esa frase decidí no volver a tener ningún tipo de diálogo con él. Es realmente triste tener que poner abogados para defender a los nenes de su propio padre.”
“Yo creo que tras esta obsesión hay envidia, por lo más difícil de conseguir: la felicidad; y mucho celo, sentimental y profesional. Pero nada que un buen psicólogo no pueda solucionar.”
“Corté todo tipo de diálogo con él por respeto a mi marido y porque era imposible mantener un diálogo sin agresiones. Pasé un embarazo difícil (de Francesca) por los nervios y las amarguras de sus insultos. Hoy quien recibe a los chicos cuando él los trae es Mauro.”
EL CONFLICTO CON LA NIÑERA
“Es una señora que mi ex y yo probamos una vez para limpieza. La trajimos a Italia por un período de tres meses, donde compartía tareas con más personal. Cuando, ya separados, él viajó a la Argentina para vacacionar con los chicos, yo, obsesiva como siempre, la mandé a inspeccionar en qué condiciones estaba el departamento de Puerto Madero en donde vivirían: que controlase balcones, ventanas, que no existiesen peligros. Ahí sí hizo de niñera, porque como me dijo una vez: 'Si yo no voy, tus hijos quedan solos'”.