La China & Benjamin
Son las últimas páginas de El amor en los tiempos del cólera. El protagonista de la historia, Florentino Ariza, por fin consigue convencer a su enamorada de toda la vida de que el amor es él, siempre fue él. Ella, Fermina Daza, envejecida después de haber vivido un matrimonio, tener hijos y conocer la viudez, acepta que su destino está en sus brazos. En esa unión, acostados en la cama, el eterno amante le dice: “Deja que el tiempo pase y ya veremos lo que trae” . En esa paciencia se resume toda la obra
Benjamín Vicuña (37) y Eugenia Suárez (24) no tuvieron que esperar una vida para disfrutar del amor que nació entre ellos, pero sí soportar las secuelas de un final dilatado por una pareja que luchó para mantenerse unida más allá de lo que la realidad les marcaba. Pero ésas son páginas que quedaron atrás, como el escándalo del motor-home, que, según el actor chileno, fue parte de una ficción que Pampita imaginó en su cabeza por obra y gracia del despecho. “Deja que el tiempo pase y ya veremos lo que trae” . El consejo de Florentino Ariza se repite en esta historia.
LAS MIL Y UNA IDAS Y VUELTAS.
Pampita (38) siempre imaginó una vida al lado de Benjamín: separarse nunca fue una opción para ella. Sin embargo, la pareja ya estaba afectada por una crisis que no tendría retorno, pero sí dilaciones. El primer episodio surgió tres años atrás, cuando se distanciaron por primera vez para entender mejor qué estaba sucediendo entre ellos.
Estuvieron dos meses viviendo en casas distintas, y en ese período tomaron la decisión de darse una nueva oportunidad. Pero claro: a veces no alcanza con la voluntad y los problemas de pareja se mantienen vivos, esperando que la saturación los vuelva a poner en agenda. La segunda separación data de un año y medio atrás, con la misma intención que la primera: darse un tiempo para ganar fuerzas y recuperar lo que parecía terminado. En esta ocasión, la crisis finalizó con una noticia que sirvió para unirlos nuevamente: Carolina quedó embarazada de Benicio, que nacería nueve meses después en Chile, el 12 de octubre de 2014. La pareja volvía a apostar a la familia.
ANOCHECER EN ESTAMBUL.
Un hijo es un pan bajo el brazo, y Benicio (diecisiete me-ses) no fue la excepción. La pareja pudo vivir un tiempo de aparente calma y armonía. Pero no alcanzó para arreglar lo que entre ellos ya estaba resquebrajado. Por eso, después de celebrar sus diez años de amor con una fiesta para 200 invitados en La Mansión del Four Seasons (en junio de 2015), la relación entre Vicuña y Pampita ingresó en la recta final. El desenlace llegó en julio.
El festejo fue tapa de todos los medios y la impostura terminó de incomodar al actor trasandino. Ese mes, Benjamín se fue de la casa. Fueron y vinieron en varias ocasiones; a veces probaban convivir dos días, pero nunca con éxito. En una de esas oportunidades viajaron a Chile, por pedido de Carolina, para el estreno de la película protagonizada por Vicuña, La memoria del agua. Tampoco tuvieron suerte. Lo último entre ellos sucedió en septiembre, por pedido de Isabel Luco Morandé, la mamá del intérprete chileno. Fue el último viaje y compromiso que vivieron como pareja. ¿El destino? La capital de Turquía. La suegra de Pampita debía concurrir a un casamiento familiar, y no tuvo mejor idea que invitar a la madre de sus nietos y a su hijo para regalarles una nueva oportunidad. Entre ellas siempre hubo muy buena onda, hasta el escandaloso episodio sucedido en el set de filmación de El hilo rojo, con acusaciones de Pampita de sexo en un motor-home incluidas. Ese hecho –“inventado por Carolina” según el entorno Vicuña– borró todo lo bueno que existía entre la modelo y la familia del actor.
En Estambul se despidieron para siempre.
CHINA TOWN.
Se conocían desde hacía varios años. Siempre tuvieron amigos en común. Las circunstancias de la vida los volvieron a unir a principios de noviembre del año pasado, en el marco del Festival de Cine de Mar del Plata. Los dos sabían que iban a ser compañeros de rodaje, y con esa excusa comenzaron a acercarse. Después llegarían la etapa de filmación de El hilo rojo (se estrenará el 19 de mayo), los rumores de romance y el escándalo que terminaría de arruinar una relación y unir más a la incipiente pareja. Ese hecho, como la propia Eugenia Suárez le confesó a Jorge Rial en Intrusos , fue crucial para que Benjamín y la China se acercaran mucho más. Así empezó el amor. En diciembre se besaron por primera vez y desde enero se consideran novios, aunque aún prefieren no poner rótulos.
AMOR Y PAZ.
Fue de a poco: se conocieron, simpatizaron y cuando se quisieron dar cuenta ya estaban enamorados. Ninguno quiere apresurar las cosas. Si bien llevan un par de meses juntos, los dos saben que tienen que adaptarse a una agenda llena de viajes y compromisos laborales.
“Estoy tratando de encontrar cierta normalidad luego de tantos meses y tanta locura”, dijo Vicuña ni bien aterrizó en Ezeiza. A su lado, su nueva novia también habló para la prensa:
“Yo estuve tranquila. Me enamoré de un hombre separado eso va a estar siempre en mí”. Y agregó: “Nos estamos conociendo . Los dos viajaron a Miami para presentar sus respectivos protagónicos en el Festival de Cine Internacional. El, por La memoria del agua, y ella por Abzurdah. Allí mismo blan-quearon la relación. Se mostraron juntos por primera vez y no le escaparon a las cámaras. “Hacé tu trabajo, pero no estés encima nuestro , le pidió Benjamín al fotógrafo Luis Fernández, quien registró el primer paseo público de la pareja, el día después de que Eugenia cumpliera los 24 años.
AÑO NUEVO, VIDA NUEVA.
“Tengo la oportunidad y la necesidad de ser feliz y rehacer mi vida”. Así explicó el actor sus sensaciones encontradas. Está ilusionado, contento con lo que viene viviendo, pero preocupado por la privacidad de sus hijos. Sin embargo, desde que Pampita le blanqueó su relación con Nacho Viale, todo parece más calmo.
Si bien Benjamín todavía no oficializó su relación con la China ante sus hijos y su familia, se sabe que la actriz frecuenta mucho su casa (aún no viven juntos), le cocina, miran series y van al cine “sin que la gente los reconozca” , dicen divertidos sus íntimos. “No tenemos que dar rótulos ni confirmar nada. En la vida hay que dejar que las cosas fluyan . Las palabras de la China, una vez más, se acercan a la filosofía de la paciencia que practicó toda la vida Florentino Ariza. El futuro no es un problema del presente. Que sean felices.
La China & Benjamin
Son las últimas páginas de El amor en los tiempos del cólera. El protagonista de la historia, Florentino Ariza, por fin consigue convencer a su enamorada de toda la vida de que el amor es él, siempre fue él. Ella, Fermina Daza, envejecida después de haber vivido un matrimonio, tener hijos y conocer la viudez, acepta que su destino está en sus brazos. En esa unión, acostados en la cama, el eterno amante le dice: “Deja que el tiempo pase y ya veremos lo que trae” . En esa paciencia se resume toda la obra Benjamín Vicuña (37) y Eugenia Suárez (24) no tuvieron que esperar una vida para disfrutar del amor que nació entre ellos, pero sí soportar las secuelas de un final dilatado por una pareja que luchó para mantenerse unida más allá de lo que la realidad les marcaba. Pero ésas son páginas que quedaron atrás, como el escándalo del motor-home, que, según el actor chileno, fue parte de una ficción que Pampita imaginó en su cabeza por obra y gracia del despecho. “Deja que el tiempo pase y ya veremos lo que trae” . El consejo de Florentino Ariza se repite en esta historia.
LAS MIL Y UNA IDAS Y VUELTAS.
Pampita (38) siempre imaginó una vida al lado de Benjamín: separarse nunca fue una opción para ella. Sin embargo, la pareja ya estaba afectada por una crisis que no tendría retorno, pero sí dilaciones. El primer episodio surgió tres años atrás, cuando se distanciaron por primera vez para entender mejor qué estaba sucediendo entre ellos.
Estuvieron dos meses viviendo en casas distintas, y en ese período tomaron la decisión de darse una nueva oportunidad. Pero claro: a veces no alcanza con la voluntad y los problemas de pareja se mantienen vivos, esperando que la saturación los vuelva a poner en agenda. La segunda separación data de un año y medio atrás, con la misma intención que la primera: darse un tiempo para ganar fuerzas y recuperar lo que parecía terminado. En esta ocasión, la crisis finalizó con una noticia que sirvió para unirlos nuevamente: Carolina quedó embarazada de Benicio, que nacería nueve meses después en Chile, el 12 de octubre de 2014. La pareja volvía a apostar a la familia.
ANOCHECER EN ESTAMBUL.
Un hijo es un pan bajo el brazo, y Benicio (diecisiete me-ses) no fue la excepción. La pareja pudo vivir un tiempo de aparente calma y armonía. Pero no alcanzó para arreglar lo que entre ellos ya estaba resquebrajado. Por eso, después de celebrar sus diez años de amor con una fiesta para 200 invitados en La Mansión del Four Seasons (en junio de 2015), la relación entre Vicuña y Pampita ingresó en la recta final. El desenlace llegó en julio.
El festejo fue tapa de todos los medios y la impostura terminó de incomodar al actor trasandino. Ese mes, Benjamín se fue de la casa. Fueron y vinieron en varias ocasiones; a veces probaban convivir dos días, pero nunca con éxito. En una de esas oportunidades viajaron a Chile, por pedido de Carolina, para el estreno de la película protagonizada por Vicuña, La memoria del agua. Tampoco tuvieron suerte. Lo último entre ellos sucedió en septiembre, por pedido de Isabel Luco Morandé, la mamá del intérprete chileno. Fue el último viaje y compromiso que vivieron como pareja. ¿El destino? La capital de Turquía. La suegra de Pampita debía concurrir a un casamiento familiar, y no tuvo mejor idea que invitar a la madre de sus nietos y a su hijo para regalarles una nueva oportunidad. Entre ellas siempre hubo muy buena onda, hasta el escandaloso episodio sucedido en el set de filmación de El hilo rojo, con acusaciones de Pampita de sexo en un motor-home incluidas. Ese hecho –“inventado por Carolina” según el entorno Vicuña– borró todo lo bueno que existía entre la modelo y la familia del actor.
En Estambul se despidieron para siempre.
CHINA TOWN.
Se conocían desde hacía varios años. Siempre tuvieron amigos en común. Las circunstancias de la vida los volvieron a unir a principios de noviembre del año pasado, en el marco del Festival de Cine de Mar del Plata. Los dos sabían que iban a ser compañeros de rodaje, y con esa excusa comenzaron a acercarse. Después llegarían la etapa de filmación de El hilo rojo (se estrenará el 19 de mayo), los rumores de romance y el escándalo que terminaría de arruinar una relación y unir más a la incipiente pareja. Ese hecho, como la propia Eugenia Suárez le confesó a Jorge Rial en Intrusos , fue crucial para que Benjamín y la China se acercaran mucho más. Así empezó el amor. En diciembre se besaron por primera vez y desde enero se consideran novios, aunque aún prefieren no poner rótulos.
AMOR Y PAZ.
Fue de a poco: se conocieron, simpatizaron y cuando se quisieron dar cuenta ya estaban enamorados. Ninguno quiere apresurar las cosas. Si bien llevan un par de meses juntos, los dos saben que tienen que adaptarse a una agenda llena de viajes y compromisos laborales.
“Estoy tratando de encontrar cierta normalidad luego de tantos meses y tanta locura”, dijo Vicuña ni bien aterrizó en Ezeiza. A su lado, su nueva novia también habló para la prensa: “Yo estuve tranquila. Me enamoré de un hombre separado eso va a estar siempre en mí”. Y agregó: “Nos estamos conociendo . Los dos viajaron a Miami para presentar sus respectivos protagónicos en el Festival de Cine Internacional. El, por La memoria del agua, y ella por Abzurdah. Allí mismo blan-quearon la relación. Se mostraron juntos por primera vez y no le escaparon a las cámaras. “Hacé tu trabajo, pero no estés encima nuestro , le pidió Benjamín al fotógrafo Luis Fernández, quien registró el primer paseo público de la pareja, el día después de que Eugenia cumpliera los 24 años.
AÑO NUEVO, VIDA NUEVA.
“Tengo la oportunidad y la necesidad de ser feliz y rehacer mi vida”. Así explicó el actor sus sensaciones encontradas. Está ilusionado, contento con lo que viene viviendo, pero preocupado por la privacidad de sus hijos. Sin embargo, desde que Pampita le blanqueó su relación con Nacho Viale, todo parece más calmo.
Si bien Benjamín todavía no oficializó su relación con la China ante sus hijos y su familia, se sabe que la actriz frecuenta mucho su casa (aún no viven juntos), le cocina, miran series y van al cine “sin que la gente los reconozca” , dicen divertidos sus íntimos. “No tenemos que dar rótulos ni confirmar nada. En la vida hay que dejar que las cosas fluyan . Las palabras de la China, una vez más, se acercan a la filosofía de la paciencia que practicó toda la vida Florentino Ariza. El futuro no es un problema del presente. Que sean felices.
