Benjamín Vicuña, su verdad

Días intensos ha vivido el actor chileno por estos días. Entre filmaciones, su debut en la nueva serie nocturna de TVN y los flashes que lo siguen día y noche buscando detalles de su separaciónCaptura de pantalla 2016-03-18 a las 1.04.31 p.m. de Pampita y de su relación con China Suárez, Benjamín Vicuña está feliz con su próximo retorno a Chile a partir de abril. Apesar de la imagen rutilante que se proyecta a su alrededor, en más de algún aspecto no ha de ser fácil la vida de Benjamín Vicuña. El niño dorado del cine chileno y ahora también latinoamericano es, sin duda, uno los más solicitados por productores y directores a la hora de armar elencos para nuevas películas, obras de teatro y series de televisión. Como a Benjamín le gusta actuar, eso lo hace feliz y puede darse el gusto de escoger con pinzas cada proyecto al que acepta integrarse. Junto con su prestigio como actor, ha ido creciendo también su fama de galán conquistador. Por eso no sorprendió a muchos que tras su bullada separación de la guapa modelo argentina Captura de pantalla 2016-03-18 a las 1.03.49 p.m., se lo viera al poco tiempo en compañía de otra belleza trasandina, la actriz María Eugenia (China) Suárez. El precio de la fama para Vicuña es, sin embargo, la persecución constante de los paparazzi que se desviven por una imagen suya, ojalá bien acompañado y en actitud romántica, tal como ocurrió en Miami hace una semana. Una breve visita a la playa y un corto paseo en bicicleta de Benjamín junto a China Suárez fueron profusamente fotografiados no por uno sino por varios paparazzi. Para muchos, esto fue solo la confirmación de los rumores que los vinculaban como pareja, algo que ya era público desde el momento en que hasta Pampita lo había comentado molesta hace un par de meses en la prensa argentina. Así como Benjamín y China Suárez no intentaron ocultarse en Miami, tampoco eludieron a la prensa transandina que los abordó este lunes a su regreso a Buenos Aires. “Nos estamos conociendo”, concedió la actriz. Y Vicuña, por su parte, sin ocultar lo evidente, apeló al sentido común: “No tenemos que dar rótulos ni confirmar nada. En la vida hay que dejar que las cosas fluyan”. Sea como fuere lo que gatilló estas publicaciones, la verdad es que coincidió con el lanzamiento publicitario del tráiler de la película “El hilo rojo”, que habla de un amor intenso y prohibido, cuyos protagonistas son precisamente Vicuña, de 37 años, y China Suárez, de 24. El actor chileno concedió una entrevista exclusiva a “Cosas” en la cual se refiere a estos y otros temas. –Benjamín, el tráiler de “El hilo rojo” promete mucha pasión y una gran sensualidad. ¿Con qué sensación quedaste sobre ese trabajo?Captura de pantalla 2016-03-18 a las 1.07.01 p.m. –Es un drama romántico que habla sobre las personas y los encuentros y desencuentros del amor. Hay una leyenda china que habla de ese hilo rojo que se tensa, que se extiende, pero que jamás se corta, y vemos a través de esta pareja lo difícil que es poder llegar a concretar el sueño de estar juntos. Fue un gran desafío. Filmamos en Chile, Buenos Aires, Mendoza, Cartagena de Indias… Fue una gran producción y estoy contento y ansioso de su estreno tanto en Chile como en Argentina y el resto de Latinoamérica. –¿Y qué tal fue la experiencia de filmar junto a China Suárez? –Bueno, ella es una tremenda actriz. Tuve la suerte de verla en “Abzurdah”, una película que dirigió Daniela Goggi y a la cual le fue muy bien. Eugenia es una actriz con un carisma y un talento que la hicieron merecedora, por ese personaje, de todos los premios de la industria en Argentina. Y creo que ese es solo su arranque como actriz. Fue muy bueno trabajar juntos y potenciarnos. –Muchas veces a los actores pareciera mezclárseles la ficción y la realidad. Este parece ser el caso. Después de los videos y fotos que les tomaron en estos días en Miami… –Yo no me voy a referir a algo que tiene que ver con mi vida privada. La ficción es un lugar de trabajo, es lo que me apasiona, lo que más me gusta, y así también lo cuido. Para bien o para mal, es el lugar que uno habita, tu familia también, y donde uno efectivamente conoce a compañeros de trabajo, de vida, amigos y más. Pero no quiero referirme a eso. Captura de pantalla 2016-03-18 a las 1.07.08 p.m.–¿Cómo definirías tu relación actual con Eugenia China Suárez? –Creo que todos tenemos el derecho, y en algunos casos el deber, de buscar la felicidad. Me defino en esa búsqueda. –Por lo que se ve en las fotos y videos que les tomaron en Miami, esa felicidad al parecer ya la encontraste con China Suárez. –Estoy tratando de que así sea. –Se han dado a conocer versiones encontradas sobre tu separación de Pampita y sobre lo que habría ocurrido en el motor-home en el set de “El hilo rojo”. ¿Qué opinas de todo lo que se dijo? –No me parece apropiado hablar de mi vida privada ni de personas involucradas que no están aquí a través de una revista, pero sí voy a aclarar algo específico, porque esto pasó en mi lugar de trabajo, en medio de mis compañeros y mi equipo. Toda esa situación es falsa y no encuentro justificación a que se digan mentiras. Ese era un lugar de descanso común y claramente en ese momento éramos dos compañeros de trabajo que estábamos en un intermedio a metros de distancia. Pero no voy a entrar en detalles porque, aunque lo haga, nadie cambiará la opinión que se formó. –¿Qué es lo más difícil de vivir una situación como esta frente a los ojos del público? –Mi trabajo tiene cosas maravillosas, como el contacto y el cariño con las personas, y obviamente eso genera atención en los buenos momentos y en los malos. Sería muy absurdo de mi parte exigir que solo se hable de mi trabajo, si parte de ser una figura pública es que hablen de temas que no saben o son derechamente falsos, como decir que Carolina está pidiendo 3 millones de dólares como manutención de nuestros hijos. Entonces, claro, cualquier separación es compleja, y si a eso le sumas cámaras y personas opinando por televisión de situaciones que no conocen, por supuesto que es mucho más difícil. Yo no soy ni la primera ni la última persona que se separa. –¿Qué están haciendo para proteger a sus hijos de la curiosidad periodística? –Los medios, tanto chilenos como argentinos, han sido respetuosos con nuestros hijos. Pero ha habido excepciones que lamentamos mucho. –Tú y Pampita fueron juntos este mes a dejar a sus hijos en su primer día de colegio. ¿Es una señal de paz entre ustedes? –Mis hijos son lo más sagrado que tengo y con Carolina vamos a ser una familia siempre y vamos a ser sus padres siempre. Son situaciones familiares comunes que no me interesa exponer y de alguna forma espero que los medios entiendan que ellos están fuera de esto; que las personas públicas somos los adultos, no nuestros hijos. –Si pudieras volver el tiempo atrás, ¿hay cosas que te gustaría corregir? –Por supuesto. El tiempo enseña y el hombre aprende. Captura de pantalla 2016-03-18 a las 1.05.33 p.m.–Por estos días, los chilenos te están viendo en “Al fin solos”, la nueva serie nocturna de TVN que muestra la intimidad de tres tipos de parejas. ¿Qué te pareció esa producción? –Es un tremendo ejercicio como actores poder sostener una serie de 30 minutos, estando encerrados en una habitación. Esta serie, armada por Julio Rojas y dirigida por Rodrigo Sepúlveda, tiene un formato muy original y potente. La verdad es que me divertí mucho haciéndola junto a Elisa Zulueta, que es una gran compañera y una gran actriz. También estoy contento con lo que se viene, que es otro proyecto de TVN. Se llama “Casi un ángel” y ahí voy a trabajar con Daniel Muñoz, un reencuentro después de varios años. Y feliz de poder volver por un tiempo a Chile a partir de abril para hacer esta serie. –¿Y la respuesta del público?Captura de pantalla 2016-03-18 a las 1.04.58 p.m. –El único feedback que tengo es el de las redes sociales y un par de críticas que salieron que fueron muy buenas, aunque hablaban también de lo paradójico de la calidad versus el rating, pero a ese dilema ya estamos acostumbrados. En todo caso, hace mucho tiempo que mi vocación es optar por la calidad. –Los tipos de convivencia de estas parejas identifican a todo el mundo. ¿Cuál es el principal aporte de la serie, a tu juicio? –Por un lado, sirven como un espejo. La gente puede identificarse. Se plantean los conflictos de jóvenes de 20 años, de 30 y de 40. En el caso de mi pareja, es joven, tiene un hijo y hay una inversión de roles: el padre, un periodista deportivo freelancer, es mucho más presente en el hogar, porque la vida lo lleva a quedarse en la casa para cuidar a su guagua. Es una serie que reivindica el amor y que de paso toca elementos puntuales y de contingencia chilena, lo que genera empatía. –¿Por qué aceptaste hacer comedia después de papeles tan duros? –La comedia es un registro que me encanta. Me divierte, me hace bien al espíritu, al alma. Lo disfruté muchísimo. Además, me dieron toda la libertad para improvisar, jugar, reencontrarme con mi propia historia.  Captura de pantalla 2016-03-18 a las 1.06.27 p.m.EL DERECHO A IR MUTANDO –En “Al fin solos” aparecen muchos de los temas que caracterizan la era actual. –Esa es la gracia de la serie: es desprejuiciada, desvergonzada, y con una completa libertad editorial para tocar todo tipo de temas, desde sexualidad hasta economía… Es una serie nocturna, adulta, de parejas. Que exista esa libertad en la televisión para contar historias sin ningún paternalismo es algo que, como actor, se agradece. –Tú encarnas ahí a un hombre posmoderno, es decir, libre, desprejuiciado, flexible, lúdico, escéptico y hasta Narciso. ¿Te sientes un prototipo de ese modelo? –Efectivamente, la pareja de los 30 y pico, que es una generación bisagra, y la de los 20, que interpreta Gabriel Cañas, son posmodernas y reúnen todas esas características. Yo personalmente no me defino como un prototipo de nada. No sé muy bien qué soy, pero sí creo en muchas cosas: en Dios, en el amor, en la fidelidad, en la amistad y no me considero un ser narcisista. Si bien mi trabajo y el tener que dar entrevistas como esta es un ejercicio egocéntrico, tiendo a creer que tengo el foco puesto en otras cosas más importantes, como los vínculos con mis hijos, con mi familia, con mis amigos y también con lo que hago. Yo veo ahí un nivel de trascendencia. Pero no soy tan escéptico, ni tengo todos esos rasgos del hombre posmoderno, aunque me encantaría tenerlos (se ríe). –Eso coincide con lo que has dicho que sientes que tienes un alma vieja y nostálgica, que de niño eras una especie de viejo chico. –Sí, es verdad. Siempre tuve que cargar con esa visión de mí mismo. No sé si es bueno o malo, pero es mi forma de ver la vida. Igual creo que uno tiene derecho a ir mutando e ir creciendo.–Suena un poco contradictorio. Esa alma nostálgica sugiere que eres una persona muy seria, incluso grave, pero tu vida agitada, vivir acosado por los paparazzi, habla de un alma más bien lúdica para poder enfrentarlo, ¿no? –Sí, poh. Es que la vida es así. La vida son las decisiones que uno toma, y siempre se está en conflicto. Sin embargo, hay cosas que yo no elijo. Yo elegí mi profesión, sí. Elijo los proyectos en los que me meto. Después de mucho dolor, yo elegí ser feliz. Pero hay cosas que vienen asociadas a mi trabajo; como el tema de las fotos o la exposición que por momentos uno tiene que padecer, y que es complejo. Pero, bueno, lo importante y lo real es mucho más grande, por algo sigo en esto. “Uno puede ser de muchas maneras sin ser incongruente. En mi trabajo debo empatizar con la temática de una película, estar en otro registro con otra, y así… Eso hace que uno tenga más matices también. No me considero de un solo color”. El matiz que le va a exigir la serie “Casi un ángel”, su próximo proyecto en TVN, es la de un tipo que va por la vida acelerado y omnipotente, que no cree en la familia, en el compromiso ni en el amor para toda la vida. “Muy posmoderno, como tú decías”, comenta riendo. En un momento, ese personaje sufre un accidente, muere y un ángel le ofrece tres meses más de vida para redimirse. –Qué bonita idea tener la posibilidad de enmendar la vida… –Por supuesto. Es una fantasía que todos tenemos. –¿Te gustaría poder corregir errores que has cometido? –Tengo la humildad necesaria para saber que me he equivocado mil veces. No soy soberbio. Me arrepiento de muchas cosas. Así como estoy orgulloso de lo que he hecho en mi vida, también hay ciertas cosas que uno nunca va a terminar de entender, hechos de la vida que hay que asimilar, incluso hasta querer, como parte de nuestra historia, ya sea como personas o como país. Eso nos permite mirar el futuro con dignidad. –Todos cometemos muchos errores, pero debe ser terrible vivirlos con los focos encima, como en el caso tuyo. –Bueno, por supuesto, claro. –¿Se amplifican las situaciones, se complican más? –Sí, no sé, todos tenemos diferentes grados de exposición y todos tenemos una mirada atenta, hay que ver hasta dónde esa mirada te hace menos feliz o te hace ser una persona no libre. Todos vivimos intentando ser libres e intentar aprender, conocer, conocerse, evolucionar y esa mirada desde afuera, ese yo de nosotros, hay que también considerarlo, pero no vivir parea ello. En mi caso como en el de muchas personas en diferentes roles, los políticos, los artistas, los deportistas, uno tiene un grado de exposición que muchas veces va más allá que lo que uno quisiera. Hay que aprender a convivir con eso, pero tampoco desvivirse por ello.Captura de pantalla 2016-03-18 a las 1.07.19 p.m. “LA CONSTRUCCIÓN NO TERMINA NUNCA” –Hace un tiempo dijiste que estabas en un proceso de construcción total, ¿sientes ya superada esa etapa? –Con eso me refería hace un par de años a un hecho puntual; sin embargo, creo que la construcción no termina nunca. Hay que estar constantemente rearmándose, reinventándose, juntando pedazos, pero con el objetivo de crecer, de tener una estructura sólida, que pueda también sostener otras vidas, como es el caso de mi familia, de mis hijos. –¿Qué significó para ti, en lo personal, encarnar a una víctima de Karadima? –Fue un proceso intenso, doloroso, pero súper gratificante. Con esa película logramos denunciar e iluminar zonas oscuras de la sociedad, y de paso logramos que fuera la más vista del año, e instalamos un tema en la agenda. Eso es lo que uno pretende al elegir ese tipo de proyectos. –También fue muy sensible para ti hacer “La memoria del agua”, que habla de una pareja que intenta salvar su relación tras la muerte de un hijo. –…Es una película que queda en el tiempo. Fue una experiencia alucinante, de mucha exigencia. Siento que fue un privilegio haber sido parte de esa película que habla sobre el amor, sobre la pérdida. –Debe ser tremendo tener que separar ficción y realidad en casos como este, porque la historia de la vida se parece a la de la pantalla. ¿Logras hacerlo, sufres mucho? –Ese fue un proyecto que elegí en forma consciente, y sí, uno separa. No es una película biográfica, pero es algo que hice con todo el amor del mundo. Y sí, yo logro separar aguas. Ese es el ejercicio que más debe hacer Vicuña por estos días: separar aguas, para poder continuar con su trabajo profesional, mientras lidia con la prensa, que suele interesarse más en su vida privada. Y también debe luchar por separar lo que es la búsqueda de su felicidad personal de la protección que le debe a su familia, a sus hijos y a sí mismo. Fuente:Por: Oscar Sepúlveda / Fotos: Gabriel Machado para Estudio MCM /Producción: Jorge León / Pelo: Lucas Barbolla para Estudio H /Vestuario: Garçon García, Levis, Timberland, Azzaro, Key Biscayne y Grimoldi.  

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