En las grabaciones se oye decir que la Municipalidad de Lomas de Zamora no quería "romper el negocio, sino ordenarlo" “A él se lo voy a cortar, a él sí se lo voy a cortar, dice. Por malo”. Así le contaba Adrián Castillo a su madre, Gladys Arrieta, lo que “el segundo de Insaurralde” le había dicho esa mañana que le haría a Jorge Castillo, “el rey de la Salada”, mientras recorrían los puestos ilegales de la feria.
La conversación entre Adrián Castillo, hoy detenido igual que su madre y su tío Jorge por liderar una asociación ilícita para manejar los miles de puestos ilegales de la feria, forma parte de las escuchas telefónicas que permitieron a la justicia provincial concretar el operativo que terminó con 22 personas presas y miles de puestos ilegales destruidos. Según indica el diario Clarín, la Salada es uno de los mercados callejeros más grandes del mundo y factura cientos de miles de pesos al día. Tiene una parte que es legal y otra que no. La primera está comprendida por las ferias Ocean, Urkupiña y Punta Mogote; la segunda por La Rivera, una sucesión de puestos uno al lado del otro que hasta hace una semana ocupaban la calle, la vereda y hasta las vías del ferrocarril. Según Adrián, el gobierno de Lomas de Zamora liderado por el intendente Martín Insaurralde conocía el funcionamiento de la feria y lo que buscaba no era “romper el negocio, sino ordenarlo”. En esta conversación que Adrián Castillo tuvo con su madre a mediados de mayo, el sobrino de Jorge contaba cómo funcionarios municipales lo acompañaron a recorrer el lugar “camuflados”. Desde el municipio desmintieron cualquier contacto con la feria ilegal y aseguraron que jamás se conversó sobre cobrar una tasa municipal.