"Mi corazón se rompe por todas las mujeres que han sufrido un tremendo dolor a causa de estas acciones imperdonables", declaró la diseñadora de Marchesa Georgina Chapman, mujer de Harvey Weinstein, después de los numerosos testimonios de actrices, modelos y empleadas que aseguraron haber sido objeto de agresión sexual por parte del superpoderoso productor de cine.
"He decidido dejar a mi marido. Cuidar a mis hijos pequeños es mi prioridad y le pido a los medios de comunicación privacidad en este momento", cuenta Chapman en una declaración que envió a la revista People. Si bien en un principio la diseñadora inglesa se mostró firme junto a su esposo, las denuncias tienen una contundencia imposible de ignorar.
Después del anuncio de separación de Chapman, luego de una década de matrimonio y dos hijos, Weinstein salió a apoyar la decisión de su mujer a través de su portavoz. "Estoy en terapia y, quizás, cuando esté mejor, podemos reconstruir (la relación)", asegura la nota del productor. "Durante la última semana, ha habido mucho sufrimiento para mi familia del que asumo la responsabilidad. Me senté con mi esposa Georgina, a quien quiero más que a nada, y hablamos de qué era lo mejor para nuestra familia. Discutimos la posibilidad de la separación y la animé a hacer lo que sentía en su corazón. La entiendo, la quiero y quiero a nuestros hijos y, con suerte, cuando esté mejor estaré en su vida de nuevo", concluyó. En las ultimas horas se sumaron los testimonios de Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow y Asia Argento, quien fue más allá y denunció haber sido violada por el magnate. Según la actriz, hija del director de cine italiano Dario Argento, el productor la forzó a tener sexo oral hace 20 años. Argento declaró que había mantenido silencio hasta ahora por temor a que Weinstein la "aplastara", y agregó: "Sé que ha aplastado a mucha gente antes". La actriz incluso compartió en Twitter una escena de una de sus películas en la que recreó lo sucedido. "Escribí y dirigí esta escena en 1999", posteó.
