Ser hija de Marcelo Tinelli, el conductor más exitoso de Argentina es, por supuesto, un privilegio del que muchas personas querrían disfrutar por un motivo muy simple: significa fama, fortuna, popularidad y la posibilidad de tener aquello que quieran en cuestión de días.
Micaela Tinelli es quien mejor lo sabe porque, como la primogénita del conductor del Bailando por un sueño fue la primera, junto a la rebelde Candela, en disfrutar del inmenso suceso que alcanzó el show de su papá en los noventa.
Sin embargo, la envidia, en un país como Argentina, puede ser realmente muy fuerte y las personas, hombres y mujeres, usan cualquier excusa, por básica que sea, para destruir a la joven o, al menos, hacerla sentir mal, muy mal.
En este caso, el disparador fue una foto donde Mica mostró sus preciosas uñas, justificativo más que suficiente para que la atacaran pero, a diferencia de otras ocasiones, ella salió a responder rápidamente y sin perder la calma y le cerró la boca a sus detractores:
