Flor debutará el 9 en El Nacional con la obra teatral “Una Semana Nada Más”.
Viene de tener otra muy buena temporada artística, en la que consolidó su faceta actoral en la televisión y eso la proyectó a dar el salto al teatro. Y más allá de los escándalos mediáticos que protagonizó por su renuncia al “Bailando por un Sueño” y sus cruces con Laurita Fernández (28), Flor Vigna (24) se propuso continuar un camino que comenzó en aquellas épocas de “Combate” y que creció a partir de sus performances en el “Bailando...” Ahora, el verano le sonrie ante el inminente estreno en Buenos Aires de la obra “Una Semana Nada Más”, en la que compartirá tablas con Nicolás Vázquez (41) y Benjamín Rojas (33) bajo la producción general de Adrián Suar (50). Será este miércoles 9, en el teatro El Nacional, cuando la rubia asuma uno de sus mayores desafíos profesionales, a la altura de su última papel televisivo en “Mi Hermano es un Clon”, donde tanta polémica se originó por sus escenas junto a Nicolás Cabré (38).
En plan de disfrutar al máximo los pocos días libres que disponía, Flor se vino a Punta del Este con su novio, Nicolás Occhiato (25), ya definitivamente asentados como pareja. Eligieron refugiarese en uno de los hoteles más confortables de José Ignacio, Casa Suaya, donde manda la Naturaleza y el mar está tan sólo cruzando la ruta. Allí se encontraron con playas casi vírgenes, ya que no hay paradores y los pocos habitués suele ser huéspedes del hotel. La pareja fue sorprendida durante un mediodía en el que se entregaron al sol y disfrutaron de la preciada intimidad como cualquier pareja. La actriz, dueña de una llamativa figura que acentuó con su sensual bikini, fue la única de los dos que se animó en un momento a internarse en el mar, ya que en esa zona de la costa el agua es poco cálida. Pero lo mejor pasó cuando quedaron mano a mano sobre la arena y expresaron sus sentimientos, aprovechando la casi nula presencia de testigos. También se ocuparon de actualizar y atender las redes sociales, ya que subieron imágenes del momento y permanentemente se los vio chequeando sus celulares.
Como los momentos más inolvidables o la felicidad suelen durar poco, el primer día del año armaron sus valijas y se volvieron a Buenos Aires. Es que Flor es consciente, más que nunca, que el próximo reto laboral requiere el máximo compromiso y no le permite dar pasos en falso.
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