Fue la primera separación y la primera reconciliación del año. En un lapso de apenas 20 días, Sabrina Rojas y Luciano Castro pasaron de confirmar que su relación de pareja no funcionaba más a mostrarse cómplices y acaramelados como en sus primeros tiempos. 
“Cuando las cosas no van, lo más sano es separarse”, anunció la actriz el 8 de enero, dando una noticia que sorprendió a propios y extraños. “Hubo un hastío, nos cansamos. Estamos empachados y tenemos que curarnos del empacho; a lo mejor se cura, a lo mejor no”, confesó Sabrina, en declaraciones que conmovieron al público pero también a sus colegas del ambiente, que veían en ellos a una de las parejas más bellas y genuinas del espectáculo.
Tal como lo habían anunciado, el actor abandonó Mar del Plata para ir a Buenos Aires a cumplir con un compromiso laboral. Y fue entonces que lo que en un principio parecía un distanciamiento irreconciliable, con el correr de los días abrió un margen de esperanza para el acercamiento.
Al día siguiente de anunciar la separación, ambos compartieron el día de playa en el balneario Play Beach, como si nada hubiera pasado. La convivencia con sus hijos era igual, de hecho ellos mismos explicaron que pese a haber tomado la decisión de terminar, programaron igual sus vacaciones para no quebrar la dinámica familiar junto a sus hijos, Esperanza y Fausto.
El lunes 28, a las 15:00 horas, en el mismo escenario donde nació el amor, la pareja confirmó la reconciliación con una imagen que lo dijo todo. Consultada por CARAS, mientras esperaba a Castro sobre unas reposeras ubicadas frente al mar, momentos después de besarse dentro de la carpa, Sabrina declaró en exclusiva: “Ni nosotros lo sabemos. ¿Entendes? (Risas) Tampoco tenemos que dar explicaciones. Me da mucho pudor hablar porque ninguno está trabajando, si estuviéramos en una obra tal vez tendría la obligación pero no es así. Y tampoco quería salir a dar una nota o una tapa, aunque me encantaría para ponerme bomba pero no colgada yo misma de mi separación o reconciliación”.
Cuando se le preguntó si sus hijos influyeron en esta nueva decisión, a la que aún prefiere no ponerle rótulos, Rojas repitió: “Cuando uno tiene una familia, inevitablemente se une. ¡La familia nos unió!”. Luciano, recién salido del agua tras una breve jornada de surf, se limitó a contestar que no hablaba y pidió respeto, aunque sin dejar la sonrisa de lado. Reconciliación confirmada.
Fuente: CARAS
