Amalia tiene 15 años y cursa la secundaria en un instituto público protestante llamado Gymnasium Sorghvliet. Vale la aclaración: Gymnasium es un término holandés equivalente a Lycée en francés o Grammar School en inglés. La educación allí es gratuita, aunque la dirección pide una colaboración voluntaria a los padres de sus alumnos. En su registro de "egresados notables" hay importantes políticos holandeses, algunos miembros de la familia real e, incluso, un premio Nobel.
Su Alteza Real, princesa de Holanda (como sus dos hermanas menores) y princesa de Orange-Nassau (título que se utiliza para denominar al heredero del trono neerlandés) es una estudiante dedicada. Se lleva bien con los idiomas, en especial con el latín, que es obligatorio durante los seis años de cursada, y también con el chino mandarín, que eligió entre otras materias opcionales. Esta sorprendente elección alimentó un insólito rumor, en febrero de 2018, que sostenía que Amalia se trasladaría a la ciudad de Changshu, vecina a Shanghái, para completar el bachillerato. Se publicó en De Telegraaf, el diario más prestigioso del país, entre otros medios holandeses. Tan asombroso como el rumor fue la desmentida por parte de su padre, el rey Guillermo Alejandro, ya que la familia real no suele salir al cruce de estas versiones. "Esta historia es una auténtica invención", dijo. Y aclaró: "Ella está muy feliz allí", por su actual colegio.
Las hijas de Máxima, Amalia, Alexia y Ariane (de mayor a menor) se entienden con sólo mirarse. Sus padres se ocupan de criarlas con la mayor naturalidad posible. Hasta hace poco, vivieron en una casa. Recién se mudaron al palacio de Huis ten Bosch a principios de 2019.
Máxima y Guillermo Alejandro siempre sostuvieron que sus tres hijas debían ser "conscientes de sus responsabilidades" y "merecedoras de sus privilegios". En abril de 2017, con motivo de su cumpleaños número 50, el Rey reveló un particular consejo que le dio a Amalia a partir de su propia experiencia como príncipe heredero: "Yo aún no había aceptado que iba a suceder a mi madre en la corona, quería conocerme a mí mismo. Es lo que debes hacer en primer lugar, y es lo que estoy subrayando constantemente con mi hija. Siempre le digo: averigua tus límites. Ve a todas partes. Comete errores, tan lejos de los focos como puedas. Yo lo hice, mucho. Festivales, fiestas, todo eso y más", dijo.
En los posados de invierno, Amalia demuestra que es una buena esquiadora. El respeto por la intimidad de la familia real es total, por lo que resulta prácticamente imposible verla en imágenes no pactadas.
Si bien tiene cinco nombres, Catalina Amalia Beatriz Carmen Victoria, y merece tratamiento de "Su Alteza Real", sus compañeros de clase la llaman, simplemente, Amalia. Se trata de un nombre poco común en el país: hacia finales de 2018, último registro publicado, había sólo 464 holandesas llamadas Amalia (y la gran mayoría eran menores que la princesa heredera, por lo que se supone que fue ella quien inspiró a los padres en la elección del nombre de sus hijas). Desde 2015, año de su incorporación al Gymnasium Sorghvliet, la dirección repite el mismo pedido a sus aproximadamente setecientos alumnos: que no suban fotos de la princesa heredera a las redes sociales para resguardar su intimidad y protegerla del cyber-acoso. En los últimos tiempos, Amalia fue víctima de bullying en la web: la mayoría de los dardos hacen centro en su figura, en su peso. Ella jamás contestó, la Casa Real tampoco.Como su madre y sus hermanas, no tiene cuenta "oficial" en redes sociales. Pero, a comienzos del año, la prensa holandesa descubrió que su princesa heredera vuelca su pasión por la fotografía y la ecología en una cuenta de Instagram apócrifa, bajo el pseudónimo de "Azalea Pierce".
El 7 de diciembre último, Amalia cumplió 15 . Al igual que su madre, tampoco tuvo fiesta ni vestido [en mayo de 1986, Máxima Zorreguieta festejó junto a doce compañeras con un "pizza party" en el departamento de sus padres en Recoleta y después fueron a la matinée de la disco New York City]. Como la princesa heredera se encontraba en temporada de exámenes, recibió a un reducido grupo de amigas en su casa . Por aquel entonces, la prensa rosa holandesa sostenía que Amalia acababa de romper con su primer novio, un compañero de colegio de quien jamás trascendió el nombre. La información nunca fue confirmada. Por el contrario, Marc van der Linden, uno de los periodistas especializados en la Casa Real más importantes del país, fue categórico al respecto: "Si ha tenido un primer amigo especial es algo que ignoro, y si lo supiera, no lo diría. Hay que dejarla en paz y que tenga margen de maniobra", sostuvo.
La semana pasada una noticia sobre Amalia sorprendió a todos y reveló una de sus pasiones ocultas: la hija mayor de los reyes Máxima y 
Guillermo escribió una obra de teatro, un cuento navideño, que tendrá estreno público en diciembre sobre el escenario del Teatro Real de La Haya. La obra, que Amalia firmó con el pseudónimo "Emilia van Nassau", lleva por título El monasterio de Navidad y cuenta la historia de un grupo de elfos y de hadas que, durante los preparativos para las fiestas, se enfrentan con una reina malvada llamada Knoesi. El elenco recién comienza a formarse, aunque ya está confirmado que la cantante Trijntje Oosterhuis, una de las artistas preferidas de la princesa heredera, será la protagonista.
En 2021, cuando alcance la mayoría de edad, Amalia empezaría a recibir un sueldo calculado en 1,5 millones de euros al año, una suma que se debatió con mucha polémica en el Parlamento en 2016. Sin embargo, nadie se atreve a confirmar el dato ya que, presumen, sus padres pueden tomar otra decisión al respecto. Acaso como ejemplo, en el reino vecino de Bélgica, los reyes Matilda y Felipe anunciaron que rechazarán la asignación establecida para su hija mayor, la princesa heredera Isabel, cuando cumpla 18. Recién permitirán que reciba un salario cuando termine sus estudios en el UWC Atlantic College de Gales y asuma funciones públicas.
Cuando finalmente suceda a su padre, Amalia se convertirá en la cuarta soberana de su país, detrás de su tatarabuela Guillermina, su bisabuela Juliana y su abuela Beatriz.
COMIENZA LA ERA LEONOR
La princesa de Asturias, título que reconoce al heredero de la Corona de España, tiene 13 años y cursa el segundo año de la Enseñanza Secundaria Obligatoria en el Colegio Santa María de los Rosales, en Madrid. Se trata de un colegio privado y laico, aunque con formación religiosa católica. "Los alumnos que profesan otras religiones son igualmente bienvenidos", dice desde su página web. Cuesta alrededor de 7000 euros anuales. En sus aulas se formaron, entre otros figuras conocidas, el rey Felipe VI, las infantas Elena y Cristina, además del actual duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart.
Leonor de Borbón y Ortiz, como figura en el listado de clase, es una alumna sobresaliente con orientación natural hacia los idiomas: domina a la perfección el inglés y el francés, y este año empezó árabe. Cursa, además, distintas actividades extraescolares: toma clases de ballet, practica equitación (en el picadero del Palacio de la Zarzuela), toca el violín (que aprendió durante la primaria) y juega al voleibol. También participa activamente en los actos escolares, aunque jamás trascendieron imágenes suyas sobre el escenario: los padres del colegio tienen prohibido fotografiar las funciones en las que interviene la heredera del trono. Aunque resulte curioso, el cambio más evidente que hizo el colegio a partir del ingreso de Leonor fue en su menú: dicen, porque jamás fue probado, que la reina Letizia metió mano en la cocina y habría prohibido fritos y embutidos para sumar comidas más saludables. Acorde con los tiempos que corren, Leonor y su hermana, la infanta Sofía, participaron del programa ecológico "Mares Enredados" que promueve la reducción en el uso del plástico tanto dentro del colegio como en el ámbito doméstico.
2018 fue un año de enormes pasos para la heredera de la Corona: recibió el Toisón de Oro (una de las órdenes dinástica de mayor prestigio en el mundo),concretó su primera visita oficial a la basílica de Covadonga (su primer acto oficial en el principado de Asturias), s orprendió con una lectura pública y televisada de la Constitución y asistió a la conmemoración del 40° aniversario de la Carta Magna en el Congreso. Para darle un respiro y que pueda concentrarse en sus estudios, a partir del 6 de diciembre de 2018, los Reyes resolvieron que no participase más de la agenda oficial "hasta nuevo aviso".
Cinco meses después, el domingo 21 de abril último, Leonor acompañó a sus padres, a su hermana y a su abuela, la reina Sofía, en la celebración de la Misa de Pascua en la Catedral de Mallorca. El Rey y la princesa de Asturias bajaron del auto al mismo tiempo y sin paraguas, para abrir camino al resto de la familia hacia las puertas de la catedral. Leonor, que se mantuvo pegada al Rey para aprender, llevaba un vestido corto, en azul celeste, a juego con la corbata de su padre, y un tapado crema realizado en un bouclé similar al del traje de su abuela, incluyendo ambos la terminación "desflecada" como detalle. Tras semejante aparición -estelar, podría decirse-, Leonor se mantendrá lejos de los flashes, previsiblemente, hasta que termine el ciclo escolar.
De momento, no hay nada señalado en la agenda oficial y los Reyes sopesarán todos los detalles antes de que Leonor dé el siguiente paso como heredera. Y todo apunta a que será en los Premios Princesa de Asturias, aunque dependerá de cómo la vean de segura y de preparada. Para entonces, aunque ya a punto de cumplir los 14, tendrá la misma edad con la que Felipe VI pronunció su primer discurso, con ocasión de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, en 1981. Otro paso en su progresiva incorporación a sus deberes como heredera, al encuentro de ese momento en el que jurará la Constitución y aceptará el mandato como futura reina de España (como la princesa Amalia, será también la cuarta mujer que asuma como titular de la Corona, detrás de Isabel la "Católica", Juana la "Loca" e Isabel II
"de los tristes destinos").
Llegado ese momento, o incluso un poco antes, los Reyes podrían plantearse enviarla a estudiar fuera de España, para que salga de casa y viva otras experiencias. En el caso de don Felipe, tras completar el bachillerato en Los Rosales, hizo el Curso de Orientación Universitaria en un internado de Canadá. Asimismo, en su hoja de ruta también está pendiente su visita a las diferentes provincias españolas, a modo de presentación, así como su "Bautismo militar". Un paso que su padre dio con sólo 9 años, en 1977, y para el que todavía no hay fecha, aunque se da por hecho que, siguiendo la tradición real, ingrese como soldado de honor en el Regimiento Inmemorial del Rey Número 1. De esta forma, la princesa de Asturias, que un día asumirá el mando supremo de los Ejércitos, empezaría a familiarizarse con el ámbito castrense incluso antes de que el Gobierno decida sobre su instrucción militar, por cuánto tiempo y en qué momento, teniendo en cuenta el resto de sus estudios académicos, así como la formación específica que reciba como heredera de la Corona.
LAS OTRAS REINAS
Hay otras dos princesas herederas en Europa: Victoria de Suecia (41) e Isabel de Bélgica (17) serán reinas y jefas de Estado cuando sucedan a sus padres en sus respectivos tronos. La hija de Carlos Gustavo será, igual que Amalia y Leonor, la cuarta reina jefa de Estado de su país, detrás de Margarita, Cristina y Ulrica Leonor.
Isabel, duquesa de Brabante, debutó en actos oficiales a los 10 años, cuando inauguró el Hospital Infantil Princesa Isabel. Allí ofreció su primer discurso. Dos años después, pronunció otro en los tres idiomas oficiales de Bélgica, sorprendiendo a amigos y familiares. Tomó clases de ballet y piano. Le gusta el ciclismo, tenis, natación, esquí y yachting (que es tradición familiar). Está cursando los últimos dos años de su bachillerato en un prestigioso colegio en el sur de Gales, el mismo donde estudió Guillermo Alejandro, rey de los Países Bajos. Después recibirá formación militar, ya que con su coronación se convertirá en comandante del ejército belga. En Bruselas todos coinciden que, cuando entre en funciones como heredera, tras su graduación, Isabel dará nuevo impulso a la monarquía y revalidará el romance de la Casa Real con su pueblo.
