En el mismo teatro “Lola Membrives” donde ensayaron a diario una historia de amor ambientada en 1960 pero que en miradas refleja su realidad, Laura Fernández (28) y Nicolás Cabré (39) hace
un año se vieron por primera vez. Ella había sido elegida para reemplazar a Griselda Siciliani en “Sugar” y él la esperaba como co-protagonista. Bien metidos en sus mundos, fueron grandes compañeros de trabajo hasta que el deseo de conocerse más venció el distante trato que se propusieron de entrada para despejar los rumores de romance. Fue luego de la última función donde ambos bajaron la guardia y el tiempo hizo el resto. Hoy Laura y Nicolás consolidan una relación que no sólo abarca la convivencia y proyección de una familia en común, sino la elección de seguir trabajando y enriqueciéndose juntos. “Nos parecemos bastante en la forma de trabajar, somos muy profesionales, meticulosos, puntuales. La obra habla de cosas sencillas que identifica a muchos: el amor, la vida, son más simples de lo que pensamos pero lo terminamos complicando y embarullando. Hay un mensaje en todo ésto que es el de ser buena persona. Es una comedia romántica preciosa”, aseguraron los protagonistas de “Departamento de Soltero”, quienes desde el 22 de mayo son Beto y la señorita López arriba del escenario.
Producidos por Adrián Suar, Nacho Laviaguerre, Diego Romay y Gustavo Yankelevich,y dirigidos por Daniel Veronese, los actores recrean la historia de la famosa película de Billy Wilder, con Jack Lemmon y Shirley MacLaine. “Cuando empezamos a salir dijimos ‘nunca más trabajamos juntos’… Y después no vimos ningún punto negativo en volver a experimentarlo. ‘Nico’ tenía este proyecto desde el año pasado y me propuso hacerlo. Me encantó la idea y le dimos para adelante. Después, seguramente cada uno también tendrá otros compromisos individuales. Por lo pronto, ¡estamos muy entusiasmados con esta nueva oportunidad que la vida nos da! Además de compartir más tiempo, lo bueno de ser pareja y trabajar juntos es la confianza… ¡La química de los personajes está asegurada! A su vez, pusimos nuestras reglas para saber cuándo parar de hablar de trabajo. Aunque es inevitable que luego alguna se rompa”, manifiesta entre risas la excelsa bailarina. “Es difícil separar el trabajo de la realidad. Cuando comenzamos a ensayar y nos tocaban las escenas de besos, no se los daba porque en los ensayos no se dan besos.
Me costó cambiar el chip. Lo maravilloso es cuando la tengo que mirar y ahí lo que sucede es imposible de actuar. Siento que estoy en el lugar que quiero… También porque a veces traigo al teatro a mi hija Rufina (5) —fruto de su relación con Eugenia “China” Suárez—, que es mi compañerita. Ella tiene su camarín, interactúa con todos, parece la dueña. Estar rodeado de las personas que amo es algo hermoso”, agrega por su parte el actor.
Nicolás habla y Laura lo observa atenta, obnubilada. El amor está atravesado en todo momento por la admiración. “Profesionalmente, crezco mucho con ‘Nico’. Mi personaje es completamente distinto al de ‘Sugar’, es recontra sufrido. Y es un desafío para mí. Pero él me ayuda y aconseja un montón. Está en cada detalle, no señala, te dice: ‘fijate, tal vez te sirve más ésto o aquello’. Es un gran maestro. Soy su fan número uno. Desde el primer momento me encantó la propuesta porque profundiza en la parte actoral; a lo que generalmente en los musicales se le presta menos atención. Y le pedí a ‘Nico’ que sea muy exigente conmigo”, afirma orgullosa. “Ella disfruta del trabajo mucho más que yo. Es una guerrera incansable.
Está pensando todo el tiempo, tiene un rigor con la profesión que es admirable. Me encanta que sea así”, retribuye inmediatamente él. Y más allá del bajo perfil que siempre cultivó con respecto a sus relaciones, el actor concluyó enamorado: “Siempre tuve en claro que con Laura no había nada que esconder. Desde el principio supimos lo que nos pasaba y nos pasa. Hay cosas de las que no hablo o muestro pero estoy feliz. Estoy bien. Somos dos personas que se aman y tratan de apoyarse y crecer juntos”.
Fuente:CARAS
