El último casi positivo conocido en la televisión argentina se dio en El Trece. Según se confirmó oficialmente, se trata de un empleado del área creativa que ya estaba trabajando en la modalidad home office y que dio positivo el 11 de este mes, aunque recién tomó estado público este martes. El trabajador, que había concurrido al canal el 5 de junio ("no más de 2 hs.", según reza el comunicado de RRHH de la señal), se encuentra aislado en un hotel porteño. "A través de entrevistas y corroborado con las cámaras de seguridad, pudimos determinar que no hubo contacto estrecho con otros empleados, no siendo necesario aislar a persona alguna", detalla el mail enviado a los trabajadores de El Trece. Tras estos casos positivos de covid-19, el interrogante pasa por saber qué pasará en las emisoras argentinas de TV abierta y TV paga. Si habrá algún cambio en cuanto a la cantidad de periodistas, conductores, panelistas, invitados y participantes que concurrirán a los estudios, o si todo seguirá con el poco apego al protocolo sanitario que signó a la pantalla chica en las últimas semanas. ¿No será momento de que la TV argentina repiense los equipos de trabajo que concurren a los estudios y discriminar a los que pueden hacer su trabajo a distancia o de manera virtual? Más allá de la cuestión técnica del decreto que los habilita para concurrir a trabajar, ¿realmente todos son trabajadores “esenciales”? ¿Acaso sigue en pie aquella nefasta frase de que “el show debe continuar”? ¿A costa de qué?