
Por:
Mariano Pérez Wiaggio
Los nuevos teléfonos de
Sony Ericsson y Motorola prometen revolucionar el segmento. Enterate de las novedades.
Últimamente las vedettes parecen ser
las tablets (sobre todo con la inminente presentación pública de la
iPad 2 de Apple). Pero los
smartphones también se subieron a esta nueva tendencia, y las distintas empresas de tecnología apuntan sus cañones a generar nuevos productos que sean cada vez más versátiles e interconectados.
Una de las grandes noticias de los últimos días es que
Sony lanzará el mes que viene su flamante
teléfono celular inteligente en los Estados Unidos. El nuevo artefacto está especialmente diseñado para jugar videojuegos. Este novedoso smartphone, denominado
Sony Ericsson Xperia Play, es un híbrido entre un Xperia x10 y la famosa consola portátil de Sony, la PSP, lo que lo convierte en una de las mejores opciones para los usuarios que buscan todas las características de un teléfono Android de última generación integrado con una gran plataforma de
videojuegos portátil.
El
Xperia Play es el primer smartphone certificado por
PlayStation del mundo, y cuenta con un procesador
Snapdragon de 1GHz que tiene adjuntado un GPU Adreno que, según
Sony Ericsson correrá gráficos a 60 cuadros por segundo, todo un mérito. También, el celular posee una pantalla táctil slider de 4 pulgadas y, al desplegarlo, ofrece un sistema de controles muy similares al de la
PSPgo, los cuales incluyen dos controles analógicos (táctiles), un d-pad de tamaño real, cuatro botones frontales y dos botones superiores que le permitirán a los usuarios jugar todos los juegos clásicos de
PlayStation o de
Android con un esquema de controles tradicionales y no sobre la pantalla con adaptaciones táctiles.

Ofrece también todas las aplicaciones de un celular basado en Android, una cámara de
5.1MP con flash LED, 400Mb de memoria interna expandible mediante tarjetas
microSD, conectividad Wi-Fi, soporte para GPS y una batería recargable que permitirá hasta 5 horas y media de juego consecutivas y 8 horas de charla sin parar. En cuanto a los juegos, Sony confirmó que el Xperia Play será compatible con todos los juegos de la suite PlayStation classics, así como también con juegos programados para Android por más de 20 estudios desarrolladores entre lo que se encuentran
SCEA, EA, Gameloft y muchos más. Además, Sony anunció que hay más de 50 juegos en desarrollo para la plataforma, entre lo que se encuentran franquicias AAA como
Assassin’s Creed, Guitar Hero, Battlefield, Dead Space y
Fifa.
La otra joyita
Otro de los pesos pesados que verá la luz este año, posiblemente en marzo, es el
Motorola Atrix, el smartphone que ganó el premio a mejor celular del CES 2011. Este impresionante dispositivo incorpora un microprocesador dual-core de 1 GHz Cortex-A9 (el más rápido del segmento, según Motorola) con un GPU GeForce Tegra 2 de
NVIDIA, una pantalla multitáctil con Gorilla Display híper resistente de 4 pulgadas que reproduce imágenes en 1080p, 1GB de RAM, lector biométrico de huellas digitales y un detector de proximidad que enciende y apaga el teléfono automáticamente.
También, el
Atrix posee el software Motoblur para administrar todas nuestras redes sociales, una cámara de alta definición trasera de 5MP con flash LED, una frontal para realizar videollamadas, conectividad Wi-Fi, 3 y 4G, Bluetooth, sistema operativo Android 2.2 con acceso a todas las aplicaciones del Android Market, GPS, compatibilidad total con Flash 10.1, puerto
HDMI, USB y una memoria interna de 16GB expandible hasta 32GB vía tarjetas microSD.
Además, el
Atrix puede conectarse a televisores HDMI para ver el contenido multimedia que tengamos en el teléfono directamente desde el dispositivo y, haciendo uso de dos periféricos, puede conectarse a una notebook completa y a una PC de escritorio en las que nuestro teléfono se introduce fácilmente a un dock y sirve como CPU de ambas computadoras, algo muy útil para personas que viajan mucho o se mueven constantemente por la ciudad.
Falta muy poco para que estos dispositivos salgan al mercado, por lo que habrá que esperar hasta tenerlos en la mano para poder dar un veredicto final.