Coki Ramírez decidió pasar sus vacaciones en Miami, el lugar que elige cada vez que quiere darse todos los gustos y "malcriarse", como ella misma lo define. Para eso viajó sin compañía, alquiló un departamento en South Beach y ahorró para poder disfrutar de sus placeres, como recorrer los outlets en busca de ropa y de su gran fetiche: los zapatos.



