

El sadomasoquismo (acrónimo de los términos sadismo y masoquismo) se basa en encontrar placer en las conductas más aberrantes y transgresivas, como aquellas que implican dolor físico, humillación o malos tratos. Esto provoca en aquel que disfruta de estas prácticas un éxtasis exacerbado y un placer sexual intenso.
Desde el Marqués de Sade hasta la actualidad, la connotación que se le dio al término es diferente, aunque el concepto respeta el resultado de una excitación sexual a partir de utilizar conductas dirigidas a someter, inferir sufrimiento, descalificar, provocar dolor, o degradar, ya sea en el campo de la fantasía o en la realidad.