
Lejos de ignorarse, Rial y Lanata decidieron enfrentarse cara a cara. El marco fue el Palacio Duhau, lugar que eligió Lanata para almorzar junto a su mujer el domingo pasado. Por su parte, Rial llegó casi al mismo horario, con Agustina Kampfër y sus dos hijas, Morena y Rocío.
Según contó ayer el periodista Rodrigo Lussich, el encuentro distó de ser beligerante y fue más bien una tregua: "Rial, que estaba con su hija Rocío y su pareja, Agustina Kampfer, se acercó a saludar a Lanata, que estaba con su mujer y se levantó de la mesa para charlar".

"Hubo un pedido mutuo de disculpas en donde Rial le explicó que la nota sobre su hija no había sido con la intención de meterse en su vida privada sino que era una nota de color. Lanata hizo lo propio y también se disculpó por sus dichos en la radio", precisó Lussich.
A pesar de haberse disparado con munición gruesa durante toda la semana, Rial y Lanata pudieron poner se de acuerdo y, al menos por ahora, sentenciaron un cese al fuego.