A penas faltan unos minutos para que el reloj de la cocina señale la una de la mañana. La casa de Cinthia Fernández (26), está algo revolucionada. Francesca (11 meses), la menor de las tres hijas que la actriz tuvo con el futbolista, Matías Defederico (26), está en brazos de su mamá, quien ya se sacó los zapatos de tachas que le daban un look rockero, y el sombrero negro que utilizó durante el día. Mientras que sostiene a la beba contra su pecho, mira de reojo que “locuras” están haciendo las gemelas, Charis y Bella, quienes hace unas horas festejaron sus dos años de vida. Mientras tanto, prepara la mamadera para “Fran”, los “diablitos”, como les dice ella cariñosamente, juegan a los autitos chocadores, subidas a los triciclos que su abuela Johana les trajo. Es la viva imagen de un día más en la vida de Cinthia y sus hijas, una noche que no dista en nada de la que vive todos los días. El fin del día llega cerca de las 2 AM, cuando “por fin” las tres herederas caen en los brazos del sueño y Cinthia se dispone a prepararse para dormir, recuperar energías y revivir en sus pensamientos una de las jornadas más felices de su vida, la emotiva celebración de ese jueves 15 de octubre.
“Mis hijas cambiaron mi mundo por completo. Antes era una persona que no medía lo que hacía, lo que decía. No pensaba mis acciones. Era una mocosa insolente. Hoy
siento una armonía plena. Ellas me la dieron. Pude entender que hay tiempo para ser madre y tiempo para trabajar. Tiempo para amarlas a más no poder y tiempo para estar serena. Quiero ser un ejemplo y un orgullo para ellas. Se cumplieron dos años desde que me convirtieron en mamá y estoy muy emocionada por poder festejar dos años de su llegada al mundo. Eso sí, son tan intensas que no me dan respiro para asimilar todas las emociones que pasan por mi cuerpo”, le cuenta Cinthia a CARAS, cuando el silencio reina en la casa, mientras sus-pira y se llena de amor para hablar de sus pequeñas. El gran festejo familiar, del que no pudo participar Defederico ya que se encuentra jugando en Turquía, se realizó en el Salón de Eventos, “Big Party The Magic Place”, ubicado en la localidad de Martínez y contó con la impe-cable organización de Agustina Gallesio, quien ambientó el salón con la temática preferida de las gemelas, Minnie Mouse. El lugar, uno de los sitios preferidos por celebridades, familias y empresas
para disfrutar en plenitud de sus eventos, bajo el más cuidado detalle, el confort de sus espacios y la calidez de su personal, se vistió con tonos pasteles, globos con helio y muchas flores liberty para las agasajadas y
los cincuenta invitados de Cinthia. Hermosa como siempre, y alegre, Cinthia y sus hijas arribaron al lugar a las 18:30 y para que los invitados distingan a las niñas, ya que son idénticas, la participante de “Bailando por un sueño” le puso
una pollera negra a Charis y una roja a Bella. Apenas llegaron, se desprendieron de los brazos de su madre y salieron corriendo a los juegos. En el lugar ya las estaban esperando, sus abuelos, sus tíos, sus primas y varias amigas de Fernández con sus hijos.
Tamara Alves y su niña Shuliana, Jimena Campisi y el niño que tuvo con Tomás Costantini, Milo, Ariel Diwan y Brenda Bianchi, entre otros invitados.
“Vivo sensaciones encontradas por momentos, porque me encantaría que Matías, mi gran amor esté acá con sus hijas celebrando. Pero tengo que entender que no puede. Sé qué él está sufriendo porque está del otro lado del mundo jugando para que su familia tenga la mejor vida posible. Lo extraño mucho, él nos extraña, pero por el momento no nos queda otra que seguir adelante. El amor está intacto y los proyectos familiares siguen todos de pie”,contó Cinthia sobre la relación con su esposo y agregó: “En los momentos que tengo libres, que son pocos, aprovecho para hacer trámites para viajar a Turquía para poder reunirnos todos. ¿Qué tanto hago? Uff… Pasaportes, otro tipo de documentaciones, la traducción y validación del acta matrimonial, sólo por nombrar algunos (risas)”. El Proyecto de la actriz y bailarina es, una vez que termine su participación en el “Bailando…”, certamen en el que algunos la ven como favorita a ganarlo, viajar a tierras asiáticas para establecerse allí con su marido. El menú del cumple estuvo a cargo de Paola Galassi de “Fingers Food Art Catering”, que ubico en los living y mesas del salón, soportes de hierro de tres pisos con canapés, tarteletas, shots, pinchos, cucharas de papines gratinados, blinis de crema roquefort. Mientras que para los niños hubo simpáticos conos con cereales, chupetines de pollo, mini hamburguesitas con queso cheddar y caritas de papa. Todos degustaron del exquisito menú y se divirtieron en los inflables, el pelotero, la disco, los juegos de plaza blanda y las playstatiton que hicieron del lugar una verdadera aventura para los chicos, y algunos “grandulones” que invadieron los sectores. Con el correr de la tarde, Cinthia cambió sus pantalones de vestir por unos cómodos joggins y fue la primera en divertirse con sus hijas. El que se llevó todas las miradas fue Ariel Diwan, quien está completamente enamorado de las mellizas y no dejó de mimarlas y jugar con ellas toda la tar-de. Lo mismo que Adrián, el papá de Matías Y Vicente el bisabuelo de las nenas, Macarena, hermana del futbolista con quien Fernández tiene buena relación.
“Me encanta que esté mi familia presente. Yo soy una mujer que necesita mucho estar conectada con sus afectos. No soy una persona que no vea a su familia o se aleje de sus hijas por más de cinco horas. Entiendo que hay madres que lo tienen que hacer porque tienen otro tipo de trabajos que requieren diferentes demandas. Yo no tengo empleadas las 24 horas, tengo gente que me ayuda, por supuesto, pero me ocupo de mis hijas. Juego con ellas, las cambio, las alimento y les busco actividades recreativas para que utilicen y descarguen su energía. Las gordas son tan demonios que las mando a natación para que aunque sea un día, lleguen a la noche cansadas”, cuenta ella sobre su día a día. A la hora de soplar las velitas los invitados quedaron maravillados con la mesa de candy bar personalizada para las cumpleañeras que decoró la organizadora, Agustina Gallesio con la temática de Minnie. Allí hubo carameleras con malvaviscos, golosinas personalizadas, cookies y cup cakes decorados por Maria Elena Campra de “BatequeBate”. Y en el centro de la mesa se ubicaron las dos gigantescas tortas de “Tortas Art” realizadas por Patricia Grenni. “Mis hijas adoran a la ratoncita, así que se quisieron llevar todos los dulces y hasta las muñequitas de que decoraban la mesa”, contó Cinthia quien incasable siempre estaba detrás de sus niñas. Para el final de la fiesta la gran atracción de grandes y chicos fue la máquina de copos de azúcar y los souvenirs que recibieron. Para los adultos hubo delicadas jaboneras de porcelana pintadas a mano por Anabella Gallesio de “AG Souvenirs”, mientras que para los niños, unas tazas de cerámica con la misma temática. “Mis bebas vivieron una tarde de aventuras y magia. Verlas reírse, divertirse y enloquecerse con los regalos me dio una sensación de felicidad que se siente pocas veces. Son dos diablitos adorables. Gracias a ellas soy la mujer que siempre quise ser”, concluyó Cinthia, quien ya está prepa-rándose para celebrarle el primer cumpleaños a Francesca.
A penas faltan unos minutos para que el reloj de la cocina señale la una de la mañana. La casa de Cinthia Fernández (26), está algo revolucionada. Francesca (11 meses), la menor de las tres hijas que la actriz tuvo con el futbolista, Matías Defederico (26), está en brazos de su mamá, quien ya se sacó los zapatos de tachas que le daban un look rockero, y el sombrero negro que utilizó durante el día. Mientras que sostiene a la beba contra su pecho, mira de reojo que “locuras” están haciendo las gemelas, Charis y Bella, quienes hace unas horas festejaron sus dos años de vida. Mientras tanto, prepara la mamadera para “Fran”, los “diablitos”, como les dice ella cariñosamente, juegan a los autitos chocadores, subidas a los triciclos que su abuela Johana les trajo. Es la viva imagen de un día más en la vida de Cinthia y sus hijas, una noche que no dista en nada de la que vive todos los días. El fin del día llega cerca de las 2 AM, cuando “por fin” las tres herederas caen en los brazos del sueño y Cinthia se dispone a prepararse para dormir, recuperar energías y revivir en sus pensamientos una de las jornadas más felices de su vida, la emotiva celebración de ese jueves 15 de octubre.
“Mis hijas cambiaron mi mundo por completo. Antes era una persona que no medía lo que hacía, lo que decía. No pensaba mis acciones. Era una mocosa insolente. Hoy 
siento una armonía plena. Ellas me la dieron. Pude entender que hay tiempo para ser madre y tiempo para trabajar. Tiempo para amarlas a más no poder y tiempo para estar serena. Quiero ser un ejemplo y un orgullo para ellas. Se cumplieron dos años desde que me convirtieron en mamá y estoy muy emocionada por poder festejar dos años de su llegada al mundo. Eso sí, son tan intensas que no me dan respiro para asimilar todas las emociones que pasan por mi cuerpo”, le cuenta Cinthia a CARAS, cuando el silencio reina en la casa, mientras sus-pira y se llena de amor para hablar de sus pequeñas. El gran festejo familiar, del que no pudo participar Defederico ya que se encuentra jugando en Turquía, se realizó en el Salón de Eventos, “Big Party The Magic Place”, ubicado en la localidad de Martínez y contó con la impe-cable organización de Agustina Gallesio, quien ambientó el salón con la temática preferida de las gemelas, Minnie Mouse. El lugar, uno de los sitios preferidos por celebridades, familias y empresas 
para disfrutar en plenitud de sus eventos, bajo el más cuidado detalle, el confort de sus espacios y la calidez de su personal, se vistió con tonos pasteles, globos con helio y muchas flores liberty para las agasajadas y
los cincuenta invitados de Cinthia. Hermosa como siempre, y alegre, Cinthia y sus hijas arribaron al lugar a las 18:30 y para que los invitados distingan a las niñas, ya que son idénticas, la participante de “Bailando por un sueño” le puso 
una pollera negra a Charis y una roja a Bella. Apenas llegaron, se desprendieron de los brazos de su madre y salieron corriendo a los juegos. En el lugar ya las estaban esperando, sus abuelos, sus tíos, sus primas y varias amigas de Fernández con sus hijos.
Tamara Alves y su niña Shuliana, Jimena Campisi y el niño que tuvo con Tomás Costantini, Milo, Ariel Diwan y Brenda Bianchi, entre otros invitados.
“Vivo sensaciones encontradas por momentos, porque me encantaría que Matías, mi gran amor esté acá con sus hijas celebrando. Pero tengo que entender que no puede. Sé qué él está sufriendo porque está del otro lado del mundo jugando para que su familia tenga la mejor vida posible. Lo extraño mucho, él nos extraña, pero por el momento no nos queda otra que seguir adelante. El amor está intacto y los proyectos familiares siguen todos de pie”,contó Cinthia sobre la relación con su esposo y agregó: “En los momentos que tengo libres, que son pocos, aprovecho para hacer trámites para viajar a Turquía para poder reunirnos todos. ¿Qué tanto hago? Uff… Pasaportes, otro tipo de documentaciones, la traducción y validación del acta matrimonial, sólo por nombrar algunos (risas)”. El Proyecto de la actriz y bailarina es, una vez que termine su participación en el “Bailando…”, certamen en el que algunos la ven como favorita a ganarlo, viajar a tierras asiáticas para establecerse allí con su marido. El menú del cumple estuvo a cargo de Paola Galassi de “Fingers Food Art Catering”, que ubico en los living y mesas del salón, soportes de hierro de tres pisos con canapés, tarteletas, shots, pinchos, cucharas de papines gratinados, blinis de crema roquefort. Mientras que para los niños hubo simpáticos conos con cereales, chupetines de pollo, mini hamburguesitas con queso cheddar y caritas de papa. Todos degustaron del exquisito menú y se divirtieron en los inflables, el pelotero, la disco, los juegos de plaza blanda y las playstatiton que hicieron del lugar una verdadera aventura para los chicos, y algunos “grandulones” que invadieron los sectores. Con el correr de la tarde, Cinthia cambió sus pantalones de vestir por unos cómodos joggins y fue la primera en divertirse con sus hijas. El que se llevó todas las miradas fue Ariel Diwan, quien está completamente enamorado de las mellizas y no dejó de mimarlas y jugar con ellas toda la tar-de. Lo mismo que Adrián, el papá de Matías Y Vicente el bisabuelo de las nenas, Macarena, hermana del futbolista con quien Fernández tiene buena relación.
“Me encanta que esté mi familia presente. Yo soy una mujer que necesita mucho estar conectada con sus afectos. No soy una persona que no vea a su familia o se aleje de sus hijas por más de cinco horas. Entiendo que hay madres que lo tienen que hacer porque tienen otro tipo de trabajos que requieren diferentes demandas. Yo no tengo empleadas las 24 horas, tengo gente que me ayuda, por supuesto, pero me ocupo de mis hijas. Juego con ellas, las cambio, las alimento y les busco actividades recreativas para que utilicen y descarguen su energía. Las gordas son tan demonios que las mando a natación para que aunque sea un día, lleguen a la noche cansadas”, cuenta ella sobre su día a día. A la hora de soplar las velitas los invitados quedaron maravillados con la mesa de candy bar personalizada para las cumpleañeras que decoró la organizadora, Agustina Gallesio con la temática de Minnie. Allí hubo carameleras con malvaviscos, golosinas personalizadas, cookies y cup cakes decorados por Maria Elena Campra de “BatequeBate”. Y en el centro de la mesa se ubicaron las dos gigantescas tortas de “Tortas Art” realizadas por Patricia Grenni. “Mis hijas adoran a la ratoncita, así que se quisieron llevar todos los dulces y hasta las muñequitas de que decoraban la mesa”, contó Cinthia quien incasable siempre estaba detrás de sus niñas. Para el final de la fiesta la gran atracción de grandes y chicos fue la máquina de copos de azúcar y los souvenirs que recibieron. Para los adultos hubo delicadas jaboneras de porcelana pintadas a mano por Anabella Gallesio de “AG Souvenirs”, mientras que para los niños, unas tazas de cerámica con la misma temática. “Mis bebas vivieron una tarde de aventuras y magia. Verlas reírse, divertirse y enloquecerse con los regalos me dio una sensación de felicidad que se siente pocas veces. Son dos diablitos adorables. Gracias a ellas soy la mujer que siempre quise ser”, concluyó Cinthia, quien ya está prepa-rándose para celebrarle el primer cumpleaños a Francesca.
