
Sorprendida e indignada, Dalma se plantó: "La verdad es que tienen una dinámica de pareja que no entiendo. Yo la vi lo más bien. Obviamente hablé con papá y se quería matar porque se armó un quilombo tremendo".
Dueña de un carácter fuerte, admitió que una vez mantuvo una charla muy tensa con la novia de su padre. "Le aclaré las cosas porque estaba muy nerviosa, decía que le había mandado una foto suya a papá... ¡me tienen harta con las fotos!".
A raíz de estos episodios, el vínculo quedó tirante: 'un hola y un chau, nada más'.